Tener las encías inflamadas (gingivitis) es una de las enfermedades bucodentales más comunes de la población. Sino se trata, ya no sólo ponemos en riesgo la salud bucodental, sino que las enfermedades de las encías están estrechamente ligadas con las enfermedades cardiovasculares. Por eso se insiste tanto en las revisiones bucodentales periódicas para su diagnóstico precoz.
¿Qué causa la Inflamación de encías?
Las encías se pueden inflamar por múltiples causas: entre ellas están los cambios hormonales, ciertas enfermedades como, por ejemplo, la diabetes, por ingesta de medicamentos… pero la causa más común es por el acúmulo de placa dental.
La placa dental se forma constantemente sobre los dientes y alrededor de ellos, sin una buena higiene dental diaria, ésta se deposita, se acumula y comienza a formar el sarro.
¿Cuáles son sus síntomas?
Uno de los síntomas más notorios cuando las encías están inflamadas son: su color rojo brillante o morado.
Otro síntoma muy típico es el sangrado de las encías al cepillarse, usar hilo dental o incluso al morder alimentos. Las encías están más sensibles e incluso dolorosas al tacto.
El mal aliento (halitosis), es otro síntoma muy habitual de las encías inflamadas.
La recesión de las encías se produce cuándo han estado inflamadas durante mucho tiempo sin ser tratadas, además puede provocar sensibilidad dental.
¿Cuáles pueden ser las consecuencias de tener las encías inflamadas?
La principal consecuencia de la inflamación de las encías es la pérdida de hueso. A medida que va avanzando la enfermedad los dientes van perdiendo hueso, quedando expuestos a la sensibilidad dental, al aflojamiento y su consecuente pérdida.
Cuánto más se dilate el tratamiento peor será el pronóstico de la enfermedad y las posibilidades de tratamiento.
Hay que recordar que la enfermedad periodontal está estrechamente relacionada con las enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad o enfermedad de Alzheimer, entre otras.
Tratamiento para las encías inflamadas:
Conviene hacer una limpieza profesional con o sin anestesia en función de cada caso, para ello se utiliza un aparato que mediante ultrasonidos elimina el sarro y bacterias acumuladas en tu boca. Es un tratamiento muy efectivo.
No obstante, para mantener los resultados obtenidos después de la higiene profesional, es necesario que cambies tu cepillo de dientes después del tratamiento y que cuides tus dientes cada día con las pautas recomendadas por nosotros, además de acudir a las revisiones pautadas.